El Pura Raza Española:
Un Legado de Reyes
Historia y evolución de un caballo considerado PERFECTO.
El Pura Raza Español que conocemos hoy en día es el resultado de siglos de evolución, por lo que no se puede precisar una fecha exacta de su origen. Fue el rey Felipe II quien ordenó la creación de las Caballerizas Reales de Córdoba en 1567. Allí se agruparon los mejores sementales y yeguas de las regiones cercanas al río Guadalquivir, muy prolíficas en la cría de caballos.
A lo largo de más de 30 años, esta selección dio lugar a lo que hoy se considera el «caballo perfecto», símbolo del imperio español y destinado inicialmente a la Casa Real. Este proceso ocurrió durante el Renacimiento, época en la que la equitación se convirtió en una actividad común entre los aristócratas.


Gracias a sus características excepcionales, como belleza, temperamento, inteligencia y habilidad para la doma, el caballo español pronto alcanzó gran reputación, y fue fundamental en la creación de otras razas en Europa.
Los cinco siglos siguientes han sido clave en su evolución. En 1912, el rey Alfonso XIII impulsó la creación del registro-matrícula del caballo español, que ayudó a preservar su pureza genética.
Hoy, la población mundial de caballos PRE ronda los 180,000 ejemplares, criados en más de 65 países.
El PRE es un caballo con un enorme equilibrio, resultado del cuidado en su crianza, escrupulosa selección y la pureza de su sangre.
Además, tiene una gran versatilidad gracias a su nobleza, a su inteligencia, a sus formas y a su disposición al trabajo.
Este imponente caballo sigue evolucionando y adaptándose -sin perder su esencia- a las demandas de un mercado cada día más grande.